YO CAROLINA Y MI DIFERENCIA

Carolina Martín, alumna de 4º E.S.O.

¿Habéis pensado alguna vez en los millones de personas que viven en el mundo? Y…  se os ha ocurrido alguna vez que entre toda esta inmensidad de caras y cuerpos que hay en el planeta ¿son seres únicos e insustituibles?

Si salís al balcón y miráis hacia el mundo, veréis un señor muy gordo y una chica rubia, una niña delgada y una mujer baja, veréis gente calva, alta, peluda, pálida, morena, despeinada, presumida, con una nariz larga, con bastón, sin zapatos, con pecas, gafas negras…

Acondoplastia

La nadadora paraolímpica británica Eleanor Simmonds, que tiene acondoplasia, recibiendo su segunda medalla de oro en los JJOO de Pekín en 2008.

No hay ninguna igual. Y es que todas las personas somos especiales y únicas y no hay dos absolutamente iguales. Veréis alguien que os llama más la atención, porque se sale de lo «normal´´, es quizás una chica gorda, un niño en silla de ruedas y con el pelo rojo, un señor con piel negra o una niña tan bajita que os recuerda a Pulgarcito.

El mundo sería muy triste, muy pobre y muy aburrido si todos fuéramos iguales.

Hay diferencias de color, de tamaño, de cultura, de lengua, de tradiciones pero todos nacemos pequeños y nos vamos haciendo mayores.

Los hay atrevidos y vergonzosos, somos guapos y feos, rápidos y lentos, negros o blancos, son cosas relativas que importan muy poco, toda vida merece respeto y lo importante es siempre ser nosotros mismos.

Hay gente de «Talla Baja´´ en todas partes, en todos los países y que no tienen ningún problema de crecimiento, son sencillamente bajas porque su madre o su padre son bajos y ellas han heredado esta condición. En cambio hay otras que nacemos con un problema determinado y por ello crecemos poco.

Actualmente hay unos 200 tipos de problemas de crecimiento conocidos, algunos casos pueden corregirse con tratamientos médicos, pero hay otros que no. No nos importa que la gente haga preguntas, si se hacen de manera educada y respetuosa, es absurdo reírse de las personas con su nombre, si ponen «motes´´ que solo sirven para provocar diversión y separación.

Yo Carolina, tengo un problema de crecimiento y por ello soy más baja que otros niños, el problema que tengo se llama acondoplasia, afecta al esqueleto.

Los huesos largos de piernas y brazos crecen poco a causa de un gen que no funciona como debería. De cada 40.000 niños que nacen hay uno con acondoplasia. A veces los niños te dicen cosas como pequeñaja, enana y estoy aprendiendo a responder que no soy pequeña sino bajita, que creceré pero no tanto como los demás y que ser pequeña por fuera no quiere decir que sea pequeña por dentro. Seguramente a medida que sea mayor irán  apareciendo más obstáculos, pero tendré que librar esas batallas y como todo el mundo tendré que perder algunas y ganar otras para ir haciéndome fuerte. Lo realmente importante es crecer por dentro, hacerse grande en el coraje y las ideas y en estas cosas crecer mucho y muy deprisa.